En la primera de las imágenes tenemos una sala luminosa que se caracteriza por el uso de colores suaves que aportan a la luminosidad del ambiente, muebles sencillos y clásicos en blanco, que resaltan aun más el diseño llamativo y los colores intensos del cuadro.
De características similares pero en una sala menos iluminada por la luz natural del sol, con algunos detalles oscuros y pocos objetos de decoración, en este caso un cuadro abstracto se destaca en una de las paredes por sus colores vivos y sus formas, dando un detalle único al diseño de la sala.
Con formas similares y colores de la gama del azul, un bello cuadro protagoniza el siguiente diseño de interiores clásico, que combina la madera y los colores suaves con delicadeza y buen gusto.
Los cuadros partidos se han convertido en objetos de elección de la decoración de interiores moderna, tal es así que en la siguiente imagen les presentamos un ejemplar llamativo, en colores de la gama del amarillo y el dorado, con luces y sombras, capaz de dar vida propia a cualquier ambiente.
De similares características otro cuadro en partes se destaca en la siguiente imagen por sus colores intensos, llamativos en un clásico como es el uso de las flores, naturales y llenas de vida para el diseño de interiores de una sala.
Finalmente una decoración rústica se completa con un cuadro abstracto en una pared de piedra, separado en piezas que encastran como en un rompecabezas ideal para dar el toque que faltaba a una decoración cálida y bella.